Buceo recreativo en aguas abiertas, Acapulco, México. Fotografía Rafael López, modelo Elías Arroyo.
El buceo se ha convertido en una actividad muy popular en todo el mundo. Actualmente, a través de programas de buceo recreativos, en muy poco tiempo (un fin de semana) una persona puede obtener una certificación de algún nivel, siendo el más común el Open Water Diver o Buzo de Aguas Abiertas. Esto es fantástico porque muchas personas pueden conocer el maravilloso mundo subacuático y se ha desarrollado una industria bastante grande alrededor de ello.
Sin embargo, también vemos cada vez más buzos que parecen ignorar su nivel real de entrenamiento o cometen errores que pueden ser fatales de manera persistente. En el presente post analizamos las principales causas que pueden llevar a la muerte de un buzo y tal vez nos sorprenda la realidad. Así que surge la pregunta:
¿De qué mueren los buzos?
Antes de empezar con los análisis quiero aclarar que la mayoría de los estudios hablan de una cadena de sucesos o una cascada de eventos que llevan a la muerte del buzo. En esta cadena se pueden delimitar 4 eslabones o fases: el factor desencadenante, el agente incapacitante, la lesión incapacitante y la causa de la muerte. Figura 1.
Figura 1. Cascada de eventos y algunos ejemplos de los más importantes en los accidentes fatales en el buceo. Datos obtenidos de (1,2)
Imaginemos el siguiente ejemplo:
Un buzo joven y sano, certificado como Open Water, compra un equipo de buceo nuevo y va a probarlo a un lago. Debido a las condiciones sanitarias lleva un año inactivo recuperándose por haber padecido COVID-19. Realiza la primera inmersión a 30 metros de profundidad con su compañero. El buzo pierde el control de la flotabilidad por lo que impacta el fondo levantando mucha arcilla y reduciendo la visibilidad. Su compañero lo busca sin éxito por lo que decide subir a la superficie y tras no encontrarlo avisa a las autoridades. Los buzos de rescate lo encuentran a 30 m de profundidad, enredado en unas ramas, sin visor y sin aire.
¿Por qué murió este buzo? Muy probablemente podamos identificar una larga cadena de errores que incluyen el equipo nuevo y no conocido, una inmersión fuera de los límites de profundidad de su certificación, mala técnica que incluye el mal control de la flotabilidad y técnicas de propulsión no adecuadas y tal vez un sistema de parejas deficiente. Los estudios realizados demuestran que eliminar al menos uno de estos eslabones puede cambiar completamente el curso de los eventos.
Detengámonos aquí un segundo y pensemos algo importante ¿cuántas veces hemos cometido algunos de estos errores nosotros mismos?
Ahora si seguimos con nuestro post.
Según los reportes de DAN (Divers Alert Network) (1) los buzos parecen morir por diferentes razones. Las principales causas de muerte son el ahogamiento y problemas cardiacos seguidos en menor número por problemas asociados a la edad, enfermedades descompresivas severas y otras causas.
No es de extrañar que la primera causa de muerte sea el ahogamiento considerando que no podemos respirar bajo el agua. Aunque veamos buzos que actúan como si pudieran hacerlo.
En este post queremos hacer énfasis en la identificación del factor desencadenante como primer eslabón de la cadena.
Según reportes de DAN algunos de los factores desencadenantes más importantes son los siguientes (Figura 2):
Figura 2. Factores desencadenantes más importantes. Fuente (2)
Estos datos a mi entender son escalofriantes pues el 41% de las muertes analizadas en el estudio se desencadenaron por quedarse sin gas. Y pudiéramos pensar que la mayoría de las muertes ocurren en buzos que están realizando buceos complejos como buceo técnico, industrial o militar. Sin embargo, si analizamos los datos de DAN del reporte de 2019, veremos que la inmensa mayoría de las muertes pertenecen a los buzos recreativos. Si eliminamos de nuestro análisis a los apneistas y los buzos de los que no se tienen datos, los buzos recreativos representan el 84% de las muertes, contra un 8.8% de muertes en el buceo técnico o un 2% en buceos en operaciones militares.
Evidentemente estas estadísticas son difíciles de interpretar por sí solas pues debemos tener en cuenta que también el número de inmersiones recreativas en un año superan con creces a todas las demás modalidades de buceo. Pero, aun así, los números siguen siendo bastante duros.
Estos hechos hacen que nos planteemos una serie de preguntas ¿Por qué un buzo certificado se queda sin aire en una inmersión? o ¿por qué queda atrapado? Si bien no pretendemos en este post hacer un análisis detallado de esto, creo que debemos recordar que desde las primeras clases a un buzo se le enseña a verificar su gas a lo largo del buceo, pero si esto llegara a fallar tambien se enseña a compartir gas de tu compañero. ¿Ven a donde quiero llegar?
El objetivo de este post es crear una serie de interrogantes que iremos tratando a lo largo de varias publicaciones pues creemos que por su importancia merecen ser analizadas de manera individual
Esperamos que este post cree conciencia sobre las cuestiones que nos pueden llevar a la muerte en el buceo y despierte interés en cómo gestionarlas. Si ha sido así entonces nuestro objetivo se ha cumplido y esperamos vernos en el próximo post
Referencias
Comments